La piel del hombre: más robusta y grasa
No es una cuestión de sexo sino de amor propio.
¿Acaso no cuidamos nuestra imagen personal al vestir, lucir un cuerpo ejercitado, mediante una alimentación saludable?
Porque olvidar cuidar nuestro rostro si es lo primero que se ve.
Lucir una piel saludable es un privilegio que no podemos descuidar, sobre todo con la aparición de las primeras canas.
Si sos hombre, seguí leyendo para que sepas cuales son las principales diferencias con la piel de la mujer y porque es importante que empieces a cuidarla.
Diferencias con la piel de la mujer:
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Está regulada por la testosterona:
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Es 20% más gruesa, firme, robusta y elástica.
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Es más grasa, produce el doble de sebo, mayor tendencia a imperfecciones y acné
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Sufre más el envejecimiento, si bien los signos aparecen como flacidez, ojeras, bolsas oscuras, que dan un aspecto cansado, aparecen más tardíamente, son más contundentes.
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Además tiene mayor tendencia a la sequedad inducida por la edad. La piel femenina está más protegida hasta la menopausia.
¿Por qué cuidarla ?
Está continuamente expuesta a agresiones tanto internas como externas: toxinas, radicales libres, contaminación, polvo, hollín, microorganismos y rayos UV
La exposición solar indebida daña la piel, cuidarse ayuda a prevenir el envejecimiento prematuro e incluso cáncer de piel en personas predispuestas.
Para lucir una piel saludable y sin imperfecciones, ya que el hombre padece más el envejecimiento que la mujer.
Rutina básica para una piel saludable
No experimentar ni compartir cremas con las mujeres, la piel del hombre es especial y tiene necesidades particulares.
El afeitado al ras estresa la piel, elimina capas de células y la sensibiliza, volviéndola susceptible a irritaciones. Usar gel lubricante y calmante suave, cuchillas limpias (y en buen estado), El mejor momento para afeitarse es después de la ducha ya que el calor abre los poros. Siempre hacer el rasurado en la dirección del crecimiento del pelo.
Usar hidratantes ligeras después, evitar el uso de alcohol o perfumes.
Limpieza noche y día para eliminar restos de suciedad y sebo con agua micelar o limpiadores que no dañen la piel y enjuagar con agua tibia.
Humectación día y noche, usar cremas de texturas ligeras y de absorción rápida, para hidratar y calmar la piel. Recomendamos las que contienen vitaminas (A, C y E) con acción antioxidante y regeneradora.
La piel sensible, así como la enrojecida con rosácea o dermatitis, requiere un cuidado especial con productos suaves, humectantes, antioxidantes y descongestivos.
Usar protección solar durante todo el año, con un FPS 30 o superior a 50, en pieles claras y sensibles.
Este debe tener textura ligera y efecto anti brillo.
Su uso es fundamental en la prevención de envejecimiento y cuidado de la piel masculina, sobre todo al practicar deportes u otras actividades al aire libre
La piel madura a partir de los 40 años necesita además:
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Un contorno de ojos, con péptidos reafirmantes, extractos vegetales y/o descongestivos, para atenuar líneas finas, ojeras y bolsas según necesidad, adecuado para párpados, ya que su piel es más fina y sensible
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Una crema suavizante de arrugas, a base de retinol y/o péptidos, que por su textura un poco más densa, se debe utilizar de noche, que es cuando se regenera la piel
Visitar al dermatólogo, igual que al dentista, una vez al año
Para realizar con examen exhaustivo de la piel, efectuar el control de lunares y dar consejos de fotoeducación y medidas de protección solar adecuadas.
El especialista dermatólogo será quien mejor nos ayude a identificar el tipo de piel y suministre una rutina de cuidados adecuada para la piel joven o madura, acorde a las necesidades específicas. También te brindará opciones avanzadas como:
Láser ó RDF para suavizar arrugas
Luz pulsada para manchas, rosácea y unificar el tono de la piel
Otros hábitos saludables
Alimentación rica en frutas y verduras, ya que aportan vitaminas y antioxidantes, además debe ser moderada en proteína animal y baja en grasas y azúcares enriquecidas.
No fumar y moderar el consumo de alcohol y cafeína.
Tomar el equivalente a 8 vasos de agua al día. Las frutas y las infusiones son también fuentes de hidratación.
Descanso apropiado: 7/8 horas diarias.
Actividad física regular: ayuda a desvanecer toxinas, aumenta las endorfinas.
Disminuir el estrés: Yoga, meditación u otras actividades recreativas, pueden ayudar a disminuir el estrés ya que este aumenta el cortisol, hormona que en exceso puede aumentar la grasitud y la tendencia acneica.